No recuerdo cómo llegó esta novela a mis manos. Sólo sé que al empezar no podía detener la lectura.

Esta obra, que tuvo que ser publicada por el mismo autor debido al poco interés de las editoriales, es una de las obras de ciencia ficción más apasionante de los últimos tiempos. Escrita por Andy Weir, narra la historia de Mark Watney, un astronauta que queda atrapado en Marte después de que su equipo lo da por muerto tras una tormenta de arena.
Aislado y sin posibilidad de comunicarse con la Tierra, Watney se enfrenta a una serie de desafíos para sobrevivir mientras espera un posible rescate.
El protagonista es ingeniero y botánico, habilidades que le permiten improvisar soluciones ingeniosas. Para obtener agua y alimentos, crea un sistema para cultivar papas usando suelo marciano y fertilizante improvisado. Además, repara y reutiliza equipos dañados de la misión para comunicarse y generar oxígeno.
A medida que la NASA descubre que Watney sigue vivo, inicia una serie de intentos de comunicación y desarrolla un plan de rescate. Mientras tanto, la situación en Marte se complica con fallas en el equipo, problemas de salud y las limitaciones de recursos.
La novela destaca la inteligencia, el ingenio y la perseverancia de Watney, así como la cooperación internacional que se da en la Tierra para traerlo de regreso.
La historia mezcla ciencia detallada y un sentido del humor irónico, lo que hace que la supervivencia de Watney sea tanto una lucha como una aventura llena de humor y suspenso.
Una novela a la medida de nuestros tiempos, de lectura ágil y llena de sorpresas. Destaca el hecho de que fue llevada al cine con una muy buena adaptación, en la que la cereza del pastel es la inclusión de la canción completa Starman de David Bowie, algo muy poco común en la historia del cine, donde lo más característico es que la música no dure más de un minuto.
